martes, 30 de octubre de 2007

Challengers

CIERRAS LA PUERTA POR FUERA, LUEGO TRATAS DE ENTRAR

Muy sencillo. Saliste y cerraste la puerta
sin pensarlo. Y cuando te das cuenta
de lo que has hecho es demasiado tarde.
Si esto suena como la historia de una vida, estupendo.

Llovía. Los vecinos que tenían
una llave no estaban. Intenté y volví a intentar
abrir las ventanas. Miré hacia adentro,
al sofá, las plantas, la mesa
y las sillas, el estéreo.
La taza de café y el cenicero me esperaban
en la mesa de cristal, y mi corazón
iba a ellos. Dije: Hola amigos,
o algo parecido. Después de todo,
no estaba tan mal.
Cosas peores habían pasado. Ésta
incluso era un tanto divertida. Encontré la escalera.
La cogí y la apoyé contra la casa.
Luego trepé bajo la lluvia a la terraza,
balanceándome sobre la barandilla
y probé la puerta. Que estaba cerrada,
claro. Pero de todos modos miré dentro.
Mi mesa, algunos papeles, y mi silla.
Era por la ventana del otro lado
de la mesa por donde miraba
cuando me sentaba a aquella mesa.
Esto no es como abajo, pensé.
Esto es otra cosa.
Y había algo que mirar, nunca visto,
desde la terraza. Estar allí, dentro, y no estar allí,
ni siquiera pienso en cómo puedo hablar de eso.
Pegué la cara al cristal
y me imaginé allí dentro,
sentado a la mesa. Alzando la vista
de mi trabajo de cuando en cuando.
Pensando en otro sitio
y otra época.
En las personas a las que entonces quería.

Me quedé allí durante un momento bajo la lluvia.
Considerándome el más afortunado de los hombres.
Incluso cuando me atravesó una oleada de pena.
Incluso cuando me sentí violentamente avergonzado
por lo que iba a hacer.
Rompí aquella hermosa ventana.
Y entré.

Raymond Carver

Challengers - The New Pornographers


Sonrisa al final del día. Gran Penabade.

lunes, 29 de octubre de 2007

Chuckle when you smile

Sin poder demorarlo más he acabado The deathly hallows, último libro de la saga que ha servido de antídoto a los días más grises de estos últimos años. Evolución personal paralela a la ficción. No es otra de mis chorradas. Me acuerdo el día que cayó en mis manos Harry Potter y la piedra filosofal, de mano de quien lo hizo. Era una cuestión periodística - estudiaba aún en la Carlos III - y ya prometía ser el fenómeno en el que se convirtió luego.
Entonces también salía el sol. Había aún emotivos viajes en Alsa, lecturas en la cama (placer infantil que alguien lea para tí en voz alta: nada me gusta más), películas que materializaban lo imaginado...
Narcóticos tercer y cuarto libro. Inestimable ayuda. Ni las cintas de relajación de un psicólogo caro me calmaban por aquel entoces, y Harry Potter me hacía sonreír.
La canción que os dejo pertenece a la primera época, pero ha revivido con el tiempo con la misma intensidad, como otras cosas (supongo), como Fawkes.



Sin duda continuaré fiel a sus películas y leeré los libros de J.K. Rowling a mis hijos cuando los acueste. Creo que dije lo mismo sobre La princesa prometida. Haré una lista :-)

viernes, 26 de octubre de 2007

Under my skin

Bueno, como os ha gustado el anterior, cuelgo otro poema de Carver. Hace unas semanas compré en el FNAC su libro de poemas, Bajo una luz marina. No había leído nada suyo y temía sus historias después de ver la adaptación de algunas de ellas en Vidas cruzadas, de Robert Alman. He descubierto que no todas son tristes. TODA SU VIDA es una de las más bonitas. La canción que la acompaña - conexiones mentales - lo es más.

Me tumbé a echar una siesta. Pero cada vez
que cerraba los ojos, pasaban lentamente cirros
lentamente sobre el Estrecho, camino de Canadá.
Y las olas. Rompían en la playa y
luego volvían nuevamente. Sabes que no sueño.
Pero ayer por la noche soñé que estaba viendo
un entierro junto al mar. Al principio quedé pasmado.
Y luego lleno de pena. Pero me
tocaste un brazo y dijiste: “No, todo es perfecto.
Era muy vieja, y él la quiso toda su vida”.

Raymond Carver.

jueves, 25 de octubre de 2007

Qué frío hace en Salamanca joder...

Sólo diré una cosa: 31.
De momento no duelen tanto como 30.

domingo, 21 de octubre de 2007

Fate

Este fin de semana ha estado lleno de cosas buenas. La visita de Salieri, el reecuentro con Fon y el descubrimiento de Donnie Darko. En riguroso orden de importancia. Sin embargo, la peli ha sido lo más impactante. Como esas canciones que te dejan un nudo en pecho, que te emocionan y quieres volver a escuchar antes aún de que hayan terminado. Me enamoré del personaje en la escena de la foto, cuando da su particular visión de 'Los destructores', de Graham Greene. Destruyen todo para que las cosas cambien... Genial como la canción de su B.S.O. Me despido con ella.

viernes, 19 de octubre de 2007

Esta mañana



Último recuerdo público acerca de mi experiencia transoceánica. Este, de alta mar.


Esta mañana pasaba algo. Un poco de nieve
en el suelo. El sol flotaba en un cielo
azul claro. El mar era azul, y azul verdoso,
hasta donde alcanzaba la vista.
Escasamente agitado. Tranquilo. Me vestí y fui
a dar un paseo -decidido a no volver
hasta coger lo que la naturaleza tenía que ofrecer.
Pasé junto a unos árboles viejos, abatidos.
Crucé un prado salpicado de piedras
donde se amontonaba la nieve. Seguí
hasta llegar al acantilado.
Desde allí miré el mar, y el cielo, y
las gaviotas revoloteando sobre la blanca playa
allá abajo. Todo encantador. Todo bañado por una fría
y pura luz. Pero, como siempre, mis pensamientos
empezaron a dispersarse. Tuve que obligarme
a ver lo que estaba viendo
y nada más. Tuve que decirme 'esto' es lo que
importa y nada más (¡y lo estuve viendo,
durante un minuto o dos!) Durante un minuto o dos
eso se impuso sobre las meditaciones habituales acerca de
lo que estaba bien y lo que estaba mal -deber,
tiernos recuerdos, ideas de muerte, de cómo debería tratar
a mi antigua mujer. Todas las cosas
que esperaba que se fueran esta mañana.
Las que vivo cada día. Las que
he pisoteado para seguir vivo.
Pero durante un minuto o dos me olvidé
de mi mismo y de todo lo demás. Sé que lo hice.
Pues cuando me di la vuelta, no sabía
donde estaba. Hasta que algunos pájaros se alzaron
de los nudosos árboles. Y se alejaron volando
en la dirección que yo necesitaba que siguieran.

Raymond Carver

domingo, 14 de octubre de 2007

Chiqui

Ya estoy de vuelta. Una de las cosas que más he disfrutado ha sido el snorkel. Hasta hace poco el único sentido que tenía para mí era el de los dibujos animados que hace tiempo echaban en TVE. A pesar del tubo que tenían en la cocorota y que vivían bajo el mar no relacionaba el nombre con su significado.
Un catamarán nos llevó en Barbados a una zona donde pudimos ver y dar de comer a las tortugas. Bueno, lo último yo no lo hice que me daba miedín. Compartir con un grupo de treinta personas la experiencia me ofreció una perspectiva curiosa del mundo submarino. Además de tortugas gigantes, estrellas de mar y peces que parecían tiburones, piernas ondulantes de alguna valenciana entrada en carnes y patadas diversas entre quienes se sumergían para tocar caparazones... Simpático espectáculo en azules.
Estoy cansadina. Poco más os cuento. Os dejo una canción que he escuchado estos días, que siempre me ha deja un sabor agridulce, como la sensación con la que he dejado el crucero.

sábado, 6 de octubre de 2007

From Salamanca with....

Hola queridos. Tres cositas desde este rincón perdido de la mano de Dios que todos llaman Salamanca, que por cierto está a tomar por culo de cualquier sitio.
1. Como si supieran que Salamanca se empieza a quedar escueta y pequeña, van y me hacen contrato fijo....sí, existen, aunque parezca mentira. De todas formas no creo que lo ejerza.
2. Me alegro de que menudina haya ido a París, y veo que esa ciudad tiene el mismo efecto en ella que en mí, así que no pensaré que me volví tarumba. Le prometí a mi querido anfitrión de entonces que volvería, y todavía no he cumplido. Tengo una deuda pendiente.
3. Por cierto, ahora que tengo fondos el año que viene tengo previsto algo: Islandia. Que se apunte el que quiera, me da igual, pero yo me voy (Carla, ¿alguna sugerencia?). También he pensado en Berlín, Munich o Viena (estas mejor con Miguel). Y rizando el rizo: Japón. Menudina, ¿te vienes? Échale que mínimo serán unos 2.000 euros (haciéndolo con algo de dignidad, me refiero, y no de vagabundo gaijin que va por la gorra). ¿te atreves?

Un saludo, Salieri.

PD: tuve este mes la desgracia de conocer a Sabina. Serrat bastante majo, pero el otro además de colchomierda es un tarugo de cuidado. Lo que son las apariencias y lo que es hacer Cultura en esta ciudad de curas y erasmus. Hay más japoneses en Salamanca que en Madrid, lo juro.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Crosses

Me molesta bastante que la recomendación de un libro llegue más lejos: al momento en que un amigo - en su amable afán por que pases un buen rato - te lo pone entre las manos. Me cuesta decir que no y me obligo entonces a leerlo, a hacerlo pronto (espera mi feedback), y a devolverlo impoluto. Esto que parece una chorrada acapara un porcentaje considerable de mi atención durante la lectura. Soy un desastre.
El lunes comenzaba a regañadientes El niño con el pijama de rayas que mi jefa me recomendó hasta tan lejos. Hoy le daba las gracias sinceras y ahora os lo recomiendo a vosotros. Si como a mí os da pereza, pensad que os llevará dos o tres días. Es una historia sencilla, tierna y conmovedora. No cuento más, pues como dice el editor (en la parte de atrás a la que siempre acudo en busca de sinopsis), uno la tiene que ir descubriendo poco a poco.

La canción está dedicada a Bruno.


Don't you know that I'll be around to guide you
Through your weakest moments to leave them behind you
Returning nightmares only shadows
We'll cast some light and you'll be alright for now
Crosses all over, heavy on your shoulders
The sirens inside you waiting to step forward
Disturbing silence darkens your sight
We'll cast some light and you'll be alright for now
Crosses all over the boulevard
The streets outside your window overflooded
People staring they know you've been broken
Repeatedly reminded by the looks on their faces
Ignore them tonight and you'll be alright
We'll cast some light and you'll be alright

La niña, que se ha enamorado.

Ayer debía de estar torcida cuando dije que la Torre Eiffel había perdido su romanticismo. Hoy la he podido ver a la luz del día mientras paseaba. Imponente, como el Louvre y el resto de edificios a una y otra orilla del Sena. Empezó a llover, anocheció y la ciudad me pareció aún más romántica. Como colofón, una cena en La Tour d'Argent un restaurante mítico con un gran ventanal desde el que veía iluminada Notre-Dame.

Cuando me enamore vuelvo, o vuelvo a enamorarme.

Os dejo un link para que veais el comienzo de Arianne, de Billy Wilder. Creo que ya os conté. Habla de amor y habla de París. Merece la pena.

In this word

Divido la entrada de hoy en dos, pues la llegada al hotel a las 17.30 de la tarde fue un punto de inflexión en la jornada.

La foto tiene mucho que ver: Cartel de una peli muy buena que vi el domingo, que narra una realidad bien distinta a la que vivía hoy en el congreso que me trajo a París. Mi concentración decaía al final de la última presentación y me acordaba de los refugiados afganos de Winterbottom mientras contemplaba un anfiteatro iluminado en rojos, azules, verdes y amarillos. Surrealista. Irreal. Me he sentido rarísima. Minutos antes sacudía la cabeza ante el discurso Steve Ballmer, CEO de Microsof, orgullosa de formar parte de la revolución tecnológica (frente a uno de los hombres más ricos del planeta)...

No me conozco.

lunes, 1 de octubre de 2007

París era una fiesta

Escribo desde París y la fiesta me he montado yo en la habitación, chateando con alguno de vosotros mientras devoro un Toblerone (mítico del mini bar) y un paquete de galletas. Me gusta estar a solas en hoteles en los que sólo me cruzo con hombres de traje gris. Siento que la historia no va conmigo y recuerdo la Barbie 'día y noche' que tenía cuando era pequeña: En su versión de día, con un traje de chaqueta rosa y blanco y maletín de ejecutivo. En la habitación, husmeo el minibar, 'zapeo' por canales en los que no me detengo, y acabo llamando al servicio de habitaciones, pues siempre hay algo con lo que no me aclaro.

He estado cenando frente a la Torre Eiffel. Ha perdido su toque romántico con tanta luz y una pantalla de leds que marcaba el resultado de un partido de rugby.

Os dejo una canción que Sanders compartía conmigo este fin de semana. Between the bars, de Elliot Smith

drink up, baby, look at the stars
I'll kiss you again between the bars where I'm seeing you
there with your hands in the air, waiting to finally be caught


drink up one more time and I'll make you mine
keep you apart deep in my heart separate from the rest
where I like you the best and keep the things you forgot