Como te conté, lo compré por instinto; movida si cabe por la ilustración de portada y su consideración como 'una de las más grandes y bellas historias de amor de la literatura'. Esta mañana, de camino al trabajó, Sergio y su amigo Benet me sorprendieron con el interesante final de su autor. Tal vez lo conozcas. La historia es de las que te gustan: Fascista japonés, murió haciéndose el hara-kiri en TV al fracasar un intento golpista en 1970.
martes, 4 de julio de 2006
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3 comentarios:
Vaya, de nuevo la palabra "fascista" y Luis juntas en la misma frase....no, si al final me mosquearé y todo. Ya conocía el final, muy famoso por cierto entre ciertos círculos de los Colegios Mayores. Por lo menos él fue consecuenta con sus principios, no como otros que nos limitamos a pasar por el mundo sin hacer ruido alguno y buscando una felicidad que por efímera e incontrolable no merece el esfuerzo. Como dice el Bushido: "La muerte no es eterna; el deshonor, sí." Toma ya. Besitos Braña
Siempre a la defensiva... Pues mira, que lo decía por tu acervo cultural y fervoroso interés por la 2ª guerra mundial.
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