Me conformo con una noche como la de aquel entonces. Sin Carla accidentada y de bailoteo hasta altas horas. Con algún romance furtivo y algún incidente gracioso como el del ventilador de Concesín. Pobre Diego Darío... Si se veía venir... Se puso pesadín con el aparato y casi le arranca la melena.
Las espectativas son grandes: Pastiche Sound a los platos en el FIB para comenzar con fuerza. La cita, el jueves en la carpa pop.
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