
Tienden a gustarme las canciones depresivas. El protagonista de la peli de ayer regalaba un cassette a la chica con una recopilación de las suyas favoritas. Me reí de mí misma. Adventureland no es nada del otro mundo, pero os la recomiendo para una noche de sábado sin palomitas. Una historia sin pretensiones en la década de los 80 sobre un chaval que tiene que pasar el verano posterior a su graduación trabajando en un parque de atracciones.
No sé que leí de ella que me hizo descargarla de internet. Ahora estoy con su banda sonora. Sin duda, merece la pena.