martes, 30 de diciembre de 2008

QUE SE CASA, COÑO!!


Hacía tiempo que no entraba en este blog para poner nada, creo que desde el famoso viaje berlinés. De todas formas, el grado de melancolía de la dueña empieza a ser hasta entrañable, tanto como unas navidades para un soltero solitario que un día se cae en un río de almíbar mientras suena de fondo 'Jingle Bells' y un coro de ángeles le recitan las frases del diálogo final de 'Qué bello es vivir' y una luz se abre en el cielo. Jooooooder. Eso sí, todavía no he visto entrada alguna sobre el tema del año, y quizás de su vida. Lo dejamos para el final para que podáis asimilarlo, porque aunque ahora parezca una cosa más, le cambiará la vida para siempre. Porque después ya nada será igual, porque ella cambiará (porque la conozco y el nuevo traje matrimonial lo va a asumir con mucho amor, ella es así de maleable, ejem...) y porque terminará por pirarse de Madrid (¿a Lisboa, Tailandia, Buenos Aires, Atlanta, Sidney, Tegucigalpa, Kandahar...?). Yo ya no estoy, así que me pilla un poco a desmano el vacío que dejará para más de uno. En estos casos es bueno ser como el nene: frío. Deberíamos pagarle una buena despedida de soltera, pero sin penes de gomaespuma en la cabeza ni borracheras absurdas que no van a ningún lado. Propongo algo original, porque se casará una vez y no más (¿jua jua jua jua jua?). 
En tres pasos. 1. secuestrar al Doctor Amor y a la Nevera con piernas, embadurnarles de miel y llevarlos a un sótano repleto de osos recién saliditos de la hibernación; 2. grabar el resultado en vídeo y dárselo a Tiago, para que espabile. Nosotros no ponemos cabezas de caballo en las camas, somos más originales, hahaha; y 3. pagarle un fin de semana en un motel de carretera entre Las Vegas y Los Ángeles con la versión motera de Christian Bale, a ver si después tiene ganas de seguir con lo del anillo, el cura y vestidita de blanco castidad (hahahahahah). 
Y ahora, lo que importa: 

QUE ANA SE CASA, COÑO

Por la cándida adolescencia

No sé si ya titule así otra entrada. La añoranza que tengo de mis años mozos es una constante y dudo. Era el apuesto Robert Reford el que brindaba por la cándida adolescencia en Memorias de África. Me entran ganas de volver a verla mientras escucho la banda sonora a través de YouTube.
Pienso en esta frase estos días, cuando pienso en el fin de una etapa que debió terminar hace tiempo. "Tía, ¡qué tienes 32 tacos!", me decía 'la Meris', en la última terapia de grupo en el salón de Fomento.

"Desde luego, no entiendo a qué viene eso de tía"- murmura mi madre dentro de mi cabeza.

No se trata de miedo a crecer, sino a que las cosas cambien.

Out of Africa Theme - John Barry


Y una cosa trae otra. Este tema, me devuelve al Teatro Jovellanos y a un concierto de la entonces orquesta sinfónica Millenium en las que se interpretaban éste y otros temas de John Barry. Una crítica periodística nos permitió una entrada de palco. Aún recuerdo emocionadas a Valvidares y a Marta en la platea...

"Quizá él sabía, aunque yo no, que la tierra fue creada redonda para que no podamos ver el final del camino..." (Memorias de África)

viernes, 19 de diciembre de 2008

Adriano dame un besín

Hace dos semanas me entraba el gusanillo de escribir de nuevo en el blog. Fue a raíz de un detalle musical en el que no había caído, del que hablaré en otra entrada. En Italia, de vacaciones, saltó la alarma: Cuando me descubrí leyendo en la cama Sport Life en lugar del libro con el que llevo meses. Al retomarlo tuve una revelación.

"Dudo de que toda la filosofía de este mundo consiga suprimir la esclavitud; a lo sumo le cambiarán el nombre. Soy capaz de imaginar formas de servidumbre peores que las nuestras, por más insidiosas, sea que se logre transformar a los hombres en máquinas estúpidas y satisfechas creídas de su libertad en pleno sometimiento, sea que suprimiendo los ocios y los placeres humanos, se fomente en ellos un gusto por el trabajo tan violento como la pasión de la guerra entre las razas bárbaras. A esta escalvitud del espíritu o la imaginación, prefiero nuestra esclavitud de hecho"
Marguerite Yourcenar, "Memorias de Adriano"

Y os cuento esto mientras Tiago busca en Google los acordes de Mocina dame un besín, tras cantar(guitarra en mano) con mi madre I can't help falling in love with you, de Elvis. En fins.

http://es.youtube.com/watch?v=wuJIhBHPau4&feature=related