
Con todo, cumplimos los deberes y hoy lo hemos vuelto a hacer de la mano de Miguelito, que nos llevó a ver en el Círculo, El increible hombre menguante. Ha sido genial. Divertida en los momentos de acción como el de la foto (no revelo ninguno), pero más en la ternura que inspira Scott Carey cuando los muebles se empiezan a quedar grandes. Prestó, prestó.
Más cosas: El vídeo no me mola, pero la canción marca mi ritmo en los transbordos de metro mañaneros.
Voodoo Lady, de Ween
No hay comentarios:
Publicar un comentario