sábado, 8 de diciembre de 2007

Suave es la noche

Hoy topé con una web 'chorras' que me reveló mi identidad en una vida anterior tras meter mi fecha de nacimiento. Van dos páginas de este estilo en una semana (el otro día lancé un mensaje a una estrella, aunque rehusé con dignidad el certificado digital): No tengo derecho a entrar en consideraciones sobre quién está detrás de ellas. Caí.
Al parecer, he sido irlandés en mi última encarnación terrena, allá por 1550. Debí ser banquero, usurero, prestamista o juez; aunque de personalidad bohemia, misterioso, muy dotado y capaz de entender libros antiguos...
Tengo 30 años y 362 días. He vivido 11.319. Cada día es distinto al anterior. Hoy he sentido la Navidad caminando por las calles iluminadas de Madrid; la sofisticación de un verano en la Riviera de los años 20 a través de las páginas de Suave es la noche; el polvo y el calor tejanos en las canciones de Guy Clark que me grabó Javi. Lo que tengo es suerte.



Hoy mi discurso es un poco confuso. Lo dejo para terminar el libro. Me gusta más que El Gran Gatsby. Según la esposa de Fitzgerald "hay mucho de su propia vida en este atormentado retrato de la opulencia destructiva y el idealismo malogrado". Y después de lo que me ha contado Miguelito, debe ser un retrato bastante fiel de la vida del autor con Zelda, difícil por la esquizofrenia que padecía ella.

1 comentario:

jans dijo...

Para mi uno de tus mejores, por personal,por sencillo, por verdadero, de tus blogs.
un besin y felicidades anticipadas!
Pd de Fitzgerald te recomiendo "hermosos y malditos"