Una vuelta por aquí ha servido para darme cuenta de lo olvidada que me tengo. De que los días pasan deprisa, entre atascos y celdas de excell que confunden mi duermevela. Hace años, mi adicción al Tetris dibujaba en mi mente piezas geométricas de colores en minutos anteriores al sueño. Ahora, son volúmenes de bebidas isotónicas en blanco y negro, en forma de litros y números.
Santos que yo te pinté, demonios se tienen que volver... (Escucho)
Hoy me echo más de menos a mí que a nadie.
Al otro lado - Family
jueves, 20 de noviembre de 2008
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