Cuánto tiempo... Ya ni me propongo escribir con frecuencia. Soy incapaz de cumplir mis propósitos y sigo deslizándome como un autómata por la cadena de producción. Hoy mis ganas de soltarme la melena han quedado en nada. Estoy muy cansada. Pero eademás hace frío y no logro desprenderme de este miedo infantil al tramo que va del portal al ascensor. Por todo, llegué pronto a casa. Y aún así lo hice corriendo, con temor a encontrarme al hombre del saco.
Quiero al menos dejar un recuerdo del concierto en el que he estado esta noche. Era la segunda vez que veía en directo a Richard Hawley. Él estuvo grandioso como la primera vez, aunque entonces era una noche de verano en Benicassim y en el aire flotaban corazoncines. Valentine forma parte del The Best of Ana y Tiago .
Hoy dejo otra canción que hoy he echado de menos.
Hace muuuchos años viaje a Sheffield con la ilusión de encontrarme más a Jarvis Cooker que a Richard Hawley cuando éste aún formaba parte de Pulp. Recuerdo la interminable cola para acceder al club Leadmill, donde esperaba toparme con alguno de los dos. Había leído que paraban por allí, seguro en el New Musical Express que me compraba camino de la biblioteca, con el que luego forraba mis carpetas. No sé si como él, yo he madurado.
domingo, 14 de febrero de 2010
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