
En cualquier caso, lo que aquí quería dejar era una pequeña alusión a mi amigo Miguel. Hace años, en El Sofá de Madrid (probablemente en Fomento) mientras veíamos Atrapa a un ladrón, me hacía ver "la elegante elipsis" con la que Hitchcock daba a entender la pasión entre Cary Grant y Grace Kelly. Hoy me he acordado de esa bonita forma de contarlo de Miguel y de Hitchcock a un público algo más puritano. Otra "elegante elipsis" tras el encuentro de Shirley McLaine y Alain Deloin en el interior del rolls royce amarillo. El recurso esta vez fueron inocentes olas contra las rocas y no un estallido de fuegos artificiales.
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