Aquí estamos, después de ver la peli del poster adjunto, con un agujero en el estómago y más ganas de historias de amor bonitas. La recomiendo, lo mismo que El banquete de boda, que hace años ví en el mítico maratón El cine que pasó de largo del Teatro Jovellanos. Nunca llegué al chocolate. Me podían más los bailoteos en el Mubarak que las sesiones ininterrumpidas de cine. Hoy hubiera aguantado con gusto.
Me despido ya, muchachos! Es domingo y el cuerpo no da para mucho. Fin de semana intenso, como todos los de este último año.
2 comentarios:
Eso es que te vieron cara de apañol y luego te usaron de peonza humana. Yo también he terminado muy mal este fin de semana...dioses que cogorza más tonta entre tapa y tapa (9 horas de cañas y la peor resaca en años, además, creo que me he puesto malo de tanto aire acondicionado). Por cierto, Menudina, cada día que pasa entiendo menos a tu género, sois muy raras. Ya decía tu colega del aceite hirviendo que los heteros somos muy simplones...hahahah
Pues nada concesin, cuando quieras quedamos para explorar...hahahah, aunque a mí me van más los rubios altos y fornidos, hohohoho
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