El título se hace extensible al estado anímico de todos las pequeñas hormigas que tenemos que volver a retomar el curro...y esta situación empeora cuando comparas tu vida actual con lo que has vivido en tu destino vacacional, Berlín, la ciudad donde todo está pensado, diseñado (nunca mejor dicho) y desarrollado para todos los pequeños ciudadanos que hacen uso de ella...Amplitud de espacios (y de miras), jardines como bosques, bares como naves industriales y carreteras como autopistas...y la gente tan tranquila, tan sosegada disfrutando de la época en donde tienen más horas de luz; y es que allí, a las 4 de la mañana ya puedes estar entrando en un nuevo día... El primer día que llegas te pasa lo que a todo el mundo cuando va: te entran ganas de instalarte allí para siempre...y es que pagar dos duros por moverte, para comer y para salir ya no se ve en cualquier parte. No solo tuvimos suficiente con la ciudad en sí, además pudimos disfrutar de la compañía de una parte representativa de la pequeña gran familia que somos...¡¡aunque unos lo hayan disfrutado más que otros!! Me ha costado decidirme por alguna de las miles de fotos que nos hemos traído, y es que allí, el cuidado en los mínimos detalles es algo que se tiene muy en cuenta.
Espero pasar lo antes este sindrome posvacacional con nuevos planes de futuros viajes a corto plazo...
Bico gordo
1 comentario:
Qué guay, Fanusca! El encuandre te pega todo. Ya me dirás si Nachete ha estado detrás.
Podríamos hacer una sesión de fotos en tu casa y así veo el arcade...
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