
Entonces también salía el sol. Había aún emotivos viajes en Alsa, lecturas en la cama (placer infantil que alguien lea para tí en voz alta: nada me gusta más), películas que materializaban lo imaginado...
Narcóticos tercer y cuarto libro. Inestimable ayuda. Ni las cintas de relajación de un psicólogo caro me calmaban por aquel entoces, y Harry Potter me hacía sonreír.
La canción que os dejo pertenece a la primera época, pero ha revivido con el tiempo con la misma intensidad, como otras cosas (supongo), como Fawkes.
Sin duda continuaré fiel a sus películas y leeré los libros de J.K. Rowling a mis hijos cuando los acueste. Creo que dije lo mismo sobre La princesa prometida. Haré una lista :-)
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