martes, 19 de mayo de 2009

Motorcycle emptiness

A veces tus gestos te delatan y salen a la luz cosas que hubieras preferido no pronunciar en alto. No vienen mal, sin embargo, consejos espontáneos que de devuelven a la realidad. Poli bueno, poli malo, sigues mejor los comedidos; los hay que por demasiado arriesgados, son impensables.
Siempre he sido muy dada a la interpretación y veo signos en un puñado de cerezas.
Estos días recordaba aquello de Marai sobre la corriente alterna.
Mal que me pese, siempre he sido algo vanidosa. Lucho contra ello, pero no puedo dejar de atribuirle algunos de mis actuales tormentos.
El problema es mi educación católica, mi familia numerosa y mi vida en Gijón. De no haber sido por ellos, seguiría sola tratando de encontrarme sin éxito.
Hace una semana me sentía vendiendo la moto de mí misma. Patético, a la par de bonito. Me encanta repetir ciertas historias.
El tema es que faltan 66 días para que me case. Y me siguen sufriendo.
Es hora de enseñar los novios que coronaran la polémica tarta. Un regalo del fin de semana. Gracias, T.

Manic Street Preachers - Ocean Spray


1 comentario:

Corso Expresso & Cia dijo...

¿De verdad vais a poner los famobil encima de la tarta? jajajajaj, me meo de la risa.
Y ahora en serio, me tiene un pelín preocupado, nunca te había visto tan lírica. ¿Será por eso del matrimonio que te estás poniendo pelín melodramática? Aunque siempre fuiste un poquito de esa cuerda. Por cierto, petardiña, tenemos que hablar de asuntos logísticos que no me quedaron muy claros. Cuando no estés reunida con otros o contigo misma (buscándote, hahah) me das un toque y platicamos, no más, güey.